sábado, 10 de noviembre de 2012

Restaurant Le Rancho, El Djamila

El viernes 9 de noviembre nos despertamos con un día totalmente veraniego, de los que de vez en cuando Alger nos regala, en medio de este otoño lluvioso que está por empezar.

Unos cuantos de nosotros decidimos aprovecharlo yéndonos a la Playa de El Djamila, a unos 25 km. de la capital, una zona de puerto pesquero y deportivo de la que ya he hablado, donde se puede disfrutar de un restaurante en primera línea de playa donde disponen de fantásticas terrazas donde compartir una comida agradable.
Esta vez, de la mano de algunos de nuestros anfitriones en el país, nos decidimos por el Restaurant El Rancho, situado en primera línea de playa, con una terraza a escasos 50 m. del mar, fuera del puerto deportivo de El Djamila. 
Estas son las vistas que se pueden disfrutar desde la terraza del restaurante. Las fotos son, efectivamente, de ayer mismo, así que , amigos y familia españoles, sentimos deciros que aquí no ha llegado aún el otoño en el que ya estáis inmersos en España.
Éramos ocho personas y la comida trató de dos paellas mixtas al centro -cuando digo mixtas me refiero a pollo, cordero, marisco y pescado; para cuatro personas cada una-, dos ensaladas, una docena de langostinos, un plato de h'miss, pan y bebida.


Aquí acompaño la cuenta, como he dicho anteriormente, para ocho personas. Nos pareció un precio bastante razonable para lo que comimos, disfrutamos del día, del entorno y de la compañía.

En Alger hay dos distinciones claras, a grandes rasgos, entre los restaurantes, los que sirven alcohol y los que no. Éste es de los primeros. Es un aspecto a tener en cuenta si te gusta comer con una copa de vino o tomarte una cerveza porque tendrás que saber dónde podrán servírtela y dónde no.

Como en El Rancho no nos servían  un café o un típico te maison, nos dirigimos a un local cercano donde, tras convencer al dueño de que, por favor, nos prepararan ocho tes, pudimos disfrutar de un atardecer relajado y alejados del bullicio capitalino.
Y hoy, como regalo, os presento a nuestro mejor amigo y compañero: La Bala de Bellón, un Peugeot 405 del '88 que nos lleva de aquí para allá y que mis camaradas en Alger han heredado de generaciones pasadas de compañeros de trabajo. Requiere atenciones pormenorizadas pero ya le vamos cogiendo cariño y, por lo que parece, él también a nosotros porque cada día se porta mejor. 

Valga este sentido homenaje por La Bala. Seguiréis teniendo noticias suyas de nuestras aventuras juntos.

1 comentario:

  1. La cuenta es divina:
    6 paellas y 1 de gambas, pase. Pero que 7 ¿chp? (supongo que cerveza) cuesten 1.440 dinares... ¿a 105,714285 la unidad? Y 3 cocas por 400 dinares, ¿a 133,333333 la unidad?
    Conclusión, te cobran lo que les da la gana. Y no necesariamente se equivocan a su favor, de hecho en esa cuenta se han equivocado en su contra.

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